martes, 20 de octubre de 2009

Los cosechadores

Durante este periodo de vacaciones tan largo, han intentado atacarnos (como no). Los nuevos contrincantes eran una mezcla de humanos y cyborgs, llamados Los cosechadores. Gente normal con ansias de muerte que no encontraron mejor remedio para su enfermedad, que implantarse armamento y tecnología en sus propias carnes para sentirse más fuertes.

Pero todo eso daba igual. Coloso y Kitty se bastaban y sobraban, en la primera oleada del ataque Coloso uso su fuerza para mantenerlos a raya, aunque por más que les pegara siempre volvían a por él. Nunca aprendieron, hasta que al final se dieron cuenta que no podían con el y huían nada más verlo.
Y teniendo en cuenta el poder de Kitty (cuando entra en fase y atraviesa cualquier objeto electrónico este queda inutilizado) luchar contra unos cyborgs era cosa fácil. En un principio como la veían pequeña y mujer no le hicieron mucho caso, cometieron un error. Si vierais con que facilidad se deshacía de ellos, uno tras otro. Definitivamente aprendieron que no se debían meter con la Patrulla. Y eso que sólo se enfrentaron a dos de los nuestros. Aunque creo que tampoco hubiésemos necesitado a muchos mas.

Lo más curioso de Los Cosechadores no fueron ni sus armas, ni los chips de la cabezas o sus ataques, fue que usaban un lenguaje propio. Era casi imposible entenderlos, por eso al final decidimos cortar el problema de raíz. Si no se podía hablar con ellos y tenían esas tendencias destructivas hacia la Patrulla, sólo había una solución y la tomamos.


Nos vemos en los bares.

martes, 6 de octubre de 2009

HE VUELTO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Después de mucho tiempo, por fin he vuelto cargada de historias y novedades (que poco a poco se irán descubriendo) y por supuesto sin olvidarnos de nuestras secciones favoritas de recomendaciones y frases memorables.

Pero sobre todo, hoy, contar la gran novedad del verano..... Le hemos dicho adiós a nuestra antigua mansión y nos hemos trasladado a la nueva y mejorada mansión, con mucho más espacio para nuestras practicas, con mejores instalaciones y con nuevos compañeros.

Empezando por el principio, tengo que decir que antes del verano Sebastian Shaw ya había comentado que se rumoreaba o (por parte del Club del fuego Infernal) estaba la intención de que nos mudáramos, pero no le daba mucho crédito a estos rumores ya que lo veía casi imposible. Poner a todo el mundo de acuerdo y movernos? Imposible... Pero no, dando a unos una habitación nueva a otros "juguetes" nuevos, consiguieron que nos mudáramos. Aunque la mudanza fue un poco caótica, me explico, cada uno intentó empaquetar su habitación para no perder nada pero cada uno a su modo. La Reina Blanca (Emma) uso su control mental con unos pobres que pasaban por allí y les obligó a ayudarla, vamos que hicieran su trabajo (no fuera que se rompiera una uña). Sapo estuvo muy dispuesto a ayudar, si, a ayudarse a si mismo y a mirar. En la más mínima posibilidad se escaqueaba si alguno de los demás necesitábamos ayuda. Por supuesto, Sebastian "supervisaba" la operación de la mudanza. Pero la más lista fue Sabia, una semana antes se fue de "investigación" a la isla Muir, (que tiene unas playas impresionantes, pero ella iba a investigar). Así que sólo quedábamos Kitty y yo.

Que conste que no me quejo, haciendo la mudanza me reí muchísimo, por poco se me cae encima más de un aparato de los nuestros, desmonte casi entera la sala del peligro, pero supongo que un poquito de más ayuda por parte de mis compañeros, ¿habría sido demasiado pedir?.

Pero !ya estamos mudados¡ Es verdad que tenemos ciertos problemas técnicos todavía, que se están intentando solucionar, por lo demás cada día es una nueva aventura. Han aparecido nuevos enemigos como Los cosechadores (ya hablaré de ellos aunque sea a título póstumo, por que ya nos hemos encargado de ellos). Los centinelas cayeron, esperamos no oír de ellos en una buena temporada. De vez en cuando, todavía, vuelven al ataque unos pocos que sobrevivieron al ataque masivo, pero sin mucha fuerza, ya son más un entretenimiento que un enemigo mortal.



Nos vemos en los bares