viernes, 30 de julio de 2010

Historias cortas

Bueno después de la resaca del mundial y pensando que todo el mundo está o estará pronto de vacaciones menos yo, he ido recopilando anécdotas que han ido surgiendo en la mansión.

Nuestro primer protagonista es Sebastian Shaw:

Ya sabéis que vivimos en una mansión rodeada por verjas, para mantener nuestra independencia e intimidad. Pero parece que eso no aleja a los curiosos ya que para desgracia nuestra, hemos pillado a un par que se dedican a saltarla para dejar sus mensajes en nuestro buzón. Lo curioso o la mala suerte para uno de los pillados es que Sebastian fue quien lo pilló. Estando en la mansión, disfrutando de esas maravillosas vistas que tenemos en la terraza, advirtió como una joven saltaba la valla. Raudo y veloz salió en su busca. Yo no vi el percance, pero si vi la vuelta triunfal de Sebastian, venia llenito de orgullo por haber echado a nuestros invasores. Un punto para él.

A los pocos días, recibo una llamada de Sebastian, las autoridades estaban en la puerta de la mansión, que intentase averiguar que ocurría. Así como quien no quiere la cosa, me asomé a la terraza y distraidamente visualicé algo. Las autoridades estaban discutiendo con un tipo, pero al parecer no tenia nada que ver con nosotros, habían parado por casualidad delante de nuestra puerta. ( Por cierto no creo en las casualidades ). Sebastian rapidamente vino a preguntarme si había averiguado algo, le dije lo que vi y todo quedó zanjado. Lo que si está muy claro es que nada se le pasa al Rey negro.

Los siguientes protagonistas somos Sapo y yo:

Hace unos cuantos meses, Sapo me pidió que le recogiera unos documentos, pero yo estaba enfrascada en mi entrenamiento en la Sala del Peligro, así que fui dejando pasar el tiempo y no recogí los documento. El problema (que me enteré mas tarde) es que él tenía que entregárselos a su vez a otra persona, (sospecho que es algún enemigo nuestro, pero no voy a decir nombres hasta que no lo confirme) y tenía una fecha tope. No se por qué no los recogía él y estaba esperando a que lo hiciera yo, el caso es que no fui a recogerlos, se le paso el plazo y no los entregó. Pero antes de irse de vacaciones (si, el si las ha podido pillar) me soltó la coletilla de que aunque no las hubiese entregado, los necesitaba todavía y tenía que recogerlos. Mi pregunta es, ¿por qué no querrá recogerlos?

Por último, los protas somos Sebastian, Sabia y yo:

Por suerte, a los mandamases de por aquí le gusta tomarse un refrigerio los viernes, lo cual está muy bien porque reforzamos lazos, ponemos nuestros problemas en conocimiento de todos, unos más que otros o aunque uno sea la voz cantante de todos la apoyamos, nos reímos unos de otros, pero ultimamente siempre se habla de lo mismo.
No voy a vulnerar la confidencialidad de esas conversaciones por mucho que queráis, cotillas, pero lo que si puedo decir es que ultimamente se lo que van a decir ya que siempre se toca los mismo temas. Es como si fuera una repetición continua de un capitulo de los Simpson, ¿quién no se conoce los diálogos? pues estos descansos son iguales.
Creo que está obra de teatro la he visto más de una vez, pero que conste que no la cambio, por lo menos ya se a que atenerme. Es gracioso ver las confrontaciones entre Sabia y Sebastian, o como se ven claramente los bandos que existen en la mansión. Hace tiempo se hizo, bueno hice, un comentario proponiendo una partida de paintball entre todos (pero no valen el uso de poderes), dos bandos elegidos al azar, pero no se quien me dijo que saliesen los equipos que saliesen seguro que había desertores en las filas.
Pues bien está comprobado, hay dos bandos en este equipo, que no quiere decir que sean opuestos, si no que existen, además, ¿en qué grupo no salen subgrupos?

Hasta aquí nuestras historias cortas por ahora, seguiré recopilando información para vosotros.

Nos vemos en los bares

P.D: Coloso que sepas que he descubierto que los cosechadores están preparando una incursión a la mansión para finales de septiembre, primeros de octubre.

lunes, 12 de julio de 2010

Una noche de infarto

Como bien diría una muy buena amiga mía, QUE ESTRÉS¡¡¡¡¡ esto no puede ser, que mal lo pasamos, vimos patadas voladoras al mas puro estilo Pressing Catch, entradas y tarascazos que ya quisiera Jan Clod Van Dame. Mucho juego por parte de los nuestros y muchas protestas por parte de la “naranja mecánica”.
Bueno esto es lo que todo el mundo sabe, todos vimos como España ganaba, como Iniesta nos ponía en pie para corear GOOOOLLLLLLL y empezar los abrazos y los saltos, así que yo por mi parte tengo intención de contar las vivencias de una final un poco trabada.

Como todo bueno aficionad@ me compre mi camiseta de España y empezamos a llamar a gente el domingo por la mañana, los móviles sonaban tanto en mensajes como en llamadas, quedamos en tal sitio a tal hora, avisa si no puedes venir. En cualquier grupo están los puntuales y los que llegan un poquito más tarde, ya sea por el tráfico o por que directamente no sabían llegar al lugar de reunión. Pero desde el primer momento vimos que la cosa no iba a salir bien, el segundo en llegar sólo venía para avisar que no podía venir, que su familia se había llegado a su casa y no se podía venir de fiesta (puedo asegurar que se quedo con todas las ganas de venir) otras avisaron que se quedaban en casa, así que los de siempre nos fuimos a ver el partido. Segundo problema al bar que teníamos pensado ir estaba, ya, lleno, cambio de planes. Rápidamente encontramos otro y en menos de un minuto cayó la primera cerveza.
Nos posicionamos en nuestros respectivos puestos, frente al televisor y con una cerveza en la mano y empieza el partido. Ramos que falla la primera ocasión y el arbitro que no pita ninguna de esas llamémoslas faltas por no decir rompe piernas. Van pasando los minutos y en el bar donde estábamos los únicos que metíamos follón éramos nosotros, cosa que no es novedad pero es que no había ni ambiente ni afición.
Se acaba la primera parte España 0 Holanda 0, ambos habían tenido sus oportunidades pero nadie la había aprovechado, pasan los quince minutos del descanso, todos con renovadas fuerzas, haciendo la correspondiente visita al baño y listos, de nuevo, en nuestros puestos. En esto que la emisión del tdt empieza a fallar e ir a trompicones. Todos me miran, ya que yo elegí el sitio, con mucho odio. Así no se puede ver el futbol, ¿Qué hacemos?, ¿nos vamos? Y ¿Dónde lo vemos si nos vamos? Una contesta yo tengo el coche al lado y el otro a mi casa.
En esto que pagamos y salimos como alma que quiere el diablo hacia el coche y oímos un grito de todo el barrio, inmediatamente pensamos “mierda nos hemos perdido el gol” pero como vimos que sólo duro unos segundo dedujimos que fue un casi gol, luego nos enteramos que fue una oportunidad de Villa. Corre pon la radio, date prisa pero por dios no pongas el coche a dos ruedas que así no llegamos, creo que si me llego a bajar del coche y le saco una foto a la autovia hubiese recordado la peli de Abre los ojos, todo absolutamente todo el mundo estaba viendo el futbol, ni un coche, excepto nosotros, pasaba por allí.
Abre la puerta de casa rápido, enchufa la tele, tio las luces, que no nos conocemos tu casa, cuidado con el mueble del pasillo, pero por fin estábamos sentados delante de una tele y con la cerveza en la mano y sólo nos habíamos perdido cinco minutos de partido.
Seguían pasando los minutos, seguían las patadas los UYS¡¡¡¡¡ San Iker nos paraba alguna oportunidad de Roben, pero se acaba la segunda parte, empiezan a sonar los comentarios de penáltiles.
Cinco minutos de descanso y primera parte de la prorroga, en mis manos calló la bandera de uno de los colegas con los que estaba viendo el futbol, al rato le dije que si se la rompía que no se preocupara que le compraba otra, la tenia tan estrujada y retorcida que creía que se rompía y con cada acción de España era un nuevo tirón, pero la bandera aguantó como una campeona. Seguían pasando los minutos y cada vez era mas fuerte el rumor de los penáltiles, segunda parte de la prorroga, por fin expulsan a un holandés, que ya era hora, pero el momento más esperado en el minuto 116, creo recordar, Torres le intenta dar el pase a Iniesta, que lo cortan los holandés (alguna que otra voz se alza en contra de torres) recoge el rechace Cesc y le pasa a Iniesta y yyyyyyy GOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLLL¡¡¡¡¡ saltos, vítores abrazos, lanzamiento de bandera, más abrazos, la locura desatada. Los últimos minutos mortales, no aptos para cardiacos, que alguien me diga si no grito lo de ¡pita ya arbitro¡.
PI, PI, PIIIIIIIIIIIIIIII, se acaba el partido ESPAÑA CAMPEONA DEL MUNDO, mas salto, corrillo cantando Campeones, Campeones, adiós al estrés, adiós al agobio, llamadas de teléfono, sms, (el mejor de los que me mandaron fue “coño ya joder” lo dice todo), más saltos, chupitos (que vaya idea lo de los chupitos, me quemo la garganta) y a celebrarlo con la gente, bandera al cuello camiseta bien puesta para demostrar la felicidad y a la calle a celebrarlo.

Creo que ya lo he contado todo, solo me queda dedicarlo a los que estuvieron, a los que quisieron pero no pudieron, a los de otras provincias, a los que no quisieron venirse, a los españoles en general.

Nos vemos en los bares