Aviso para los lectores: este comentario va a ser un pelín largo, pero creo que merece la pena.Como buena parte de vosotros, el fin de semana pasado me fui a la boda de una amiga ¡¡¡¡de mi misma edad¡¡¡¡, que susto.
Toda esta historia empieza un mes antes del día D, cuando sin motivo aparente empiezo a recibir llamadas de mucha gente, que tenían la absurda convicción de que yo estaba enterada de toda la historia que se había montado alrededor de la boda. Despues de una genial despedida de soltera, en la cual, la soltera por excelencia, llego al punto de estar en ese estado de embriaguez en el que te mueves con la música por inercia y casi no puedes abrir los ojillos. Se empezó a dar los ultimos retoques a la boda.
Poco a poco me iban llegando correos del tipo: "¿Qué bebida quereis para la boda? Esa pregunta era facil de contestar, jijiji. "¿Qué clase de música quereis? Todas menos reguetton y nena daconte. Y un largo etc. de preguntas. Pero según se iba acercando la fecha había más dudas que solucionar, como la típica de ¿cuánto dinero das como regalo? y peor es si vas tu y tu novio que entonces sí que se lia la cosa. (He tenido largas conversaciones de este tema con más personas de los que os podeis imaginar). Otra cuestion graciosa (y esta va dedicada a la novia) fue su afan de dar las invitaciones en mano, que me tuvo dando tumbos por Andalucía durante un fin de semana o lo de preguntarme por el nombre de los respectivos novios de sus amigas. (No te enfades conmigo).
En fin que si yo, durante ese periodo de espera, hasta la boda, he querido tirar el móvil por la ventana de mi cuarto, no me quiero imaginar el estrés de los novios que se encargaron de organizarla.
Y por fin llegamos al día D, imaginaros, peluquería, vestido, tacones, arreglarte en general. Supuestamente ibamos a ir a la casa de la novia a recogerla y a traerla en plan de comitiva, lo teniamos planeado hacia mucho tiempo, pero no pudo ser.
Primeramente me iba a recoger una amiga, que creo que tardó lo mismo en arreglarse que la novia (Tardona¡¡¡ llego media hora tarde a la boda), al poco rato de saber que no me recogían y haciendo planes para coger el autobus ( por que nunca se me ocurriria irme andando hasta la iglesia) me llama otra amiga y me dice que me recoge ella, entre medias otra amiga que si se podía quedar a dormir en mi casa, y yo viendo que eran lsa 3,30 y todavia no había empezado a a arreglarme. A las 4,40 salgo del cuarto de baño super arregladita y se me ocurre mirar el móvil, por eso de ver si me habían vuelto a llamar y veo un mararvilloso mensaje que dice que no puede venir a recogerme y suelto un grito a mi hermano para que coja el coche y me lleve a la iglesia ya que eran las 4,45 y la boda empezaba a las 5,00.
A todo esto no he dicho, que yo era testigo y durante todo el tiempo de espera hasta la boda me dedique a decirle a la novia que no iba a entrar en la iglesia y que firmara otra por mi. A las 5,05 llegué a la iglesia, teniendo que aguantar las bromas y risitas de mis amigas por "lo arreglada que iba", pero no llegué a tiempo de ver a la novia entrar en la iglesia.
Aunque reticente de mi, al final cuando todo el mundo entró en la iglesias, decidí sumergirme en el mundo eclesiástico y por qué no, tenía curiosidad por ver a los novios, que habían decidido que yo fuera uno de los testigo (que buena imagen les he dado durante mucho tiempo).
Junto con otro colega nos tiramos toda la misa de bromitas y cuchicheos. En un momento dado el cura dijo que la ceremonia había acabado y que era el turno de la rúbrica de los testigos y demás, entonces noté como la mirada, con miedo de la novia y algún que otro amigo giraba la cabeza para buscarme, y yo por la alfombra roja desfilando hacia el altar con media sonrisa en la boca.
Sinceramente vi como la novia respiraba de alivo al verme desfilando por la alfombra. ¿Cómo me lo iba perder?
Despues de todo,no fue tan mal, hasta me hicieron una foto. Por cierto tengo que hacer el inciso de que cuando vi a la novia de cerca tuve que reconocer que iba guapisima. Cinco minutos más tarde los novios salieron de la iglesisa, una lluvia de petalos y arroz cayó sobre los presentes y yo escondida detrás de una columna para que no me lloviera encima, con el único pensamiento de donde me iba a tomar la cerveza de espera hasta la copa de bienvenida.
Antes de ir al restaurante de postin donde se celebro la boda, tengo que hacer un pequeño apunte. He descubierto lo que es la memoria pez, tengo una amiga que es Doris, los 20 minutos que tardamos de ir de la iglesia a los coches pudo preguntar lo mismo unas 10 millones de veces. Ya ni si quiera le haciamos caso, era un ente que teniamos que llevar con nosotros y que cada dos por tres preguntaba lo mismo.
Y por fin llegamos al combite, lo primero de todo nada más coger una cerveza veo que desaparecen dos amigas y le pregunto al novio. Me dice que se le ha roto el vestido ( jolin que no me dio tiempo a beber un sorbo y ya empezaban los percances).
Durante la cena hubo un personajillo que se dedico a hacer llorar (de risa) a más de una de las que se sentaban a su lado, pero tambien es verdad que el vino blanco, el tinto y las cervezas ayudaron bastante, antes de las copas todo el mundo estaba bebiendo agua por un tubo. Es que no habían bebido suficiente y tenian sed, que lastimica. (que se joroben que yo estuve a base de refrescos, para poder beber copas).
La verdad es que estuvimos de cachondeo y despiporre pero no le hicimos mucho caso a los novios, qué se le va hacer si te ponen comida y bebida a destajo delante tuya, le vas a hacer caso al motivo principal por el que estás allí?. Pues claro que no... Pero antes de las copas, la hermana de la novia preparo un video con las mejores fotos de los novios (y si, novios, digo las mejores fotos). Empezas a oir las exclamaciones, risas y comentarios apagados de la gente cada vez que salia una foto a cual más bochornosa, tierna o curiosa de los novios. Lo gracioso fue ver acabar el video, por que al encenderse la luz, la gente se dirigía hacia los ventanales sin querer mirar a nadie y con ojos colorados como tomates. Entiendo que los novios se emocionaran, pero los demás??? (Reconozco que la hermana se lo curro mucho).
Y por fin LAS COPAS. Empieza a sonar la música, timidamente la gente se va acercando a la pista de baile, novios reticentes de salir a bailar y novias tirando de ellos para pegarse un baile y yo sorteando a la gente para acercarme a ese lugar donde ponen copas, este.... LA BARRA LIBRE, y grite ¡¡¡ a la primera invito yo ¡¡¡¡ (que cachonda y original soy). Comenzó el descontrol, el dj iba poniendo una canción detrás de otra a cual más antigua pero de esas que siempre bailas y que no te sabes los pasos, el de al lado sí y empiezas a imitarlo. No te caes en el intento por que un angelito cuida de ti que si no... ( y encima con tacones). Hacemos el hungaro, nos reimos, se rien de ti, es lei de vida en las bodas. Inclusive conseguí que la gran mayoria de la gente se bebiera un chupito de tequila, a palo seco, cuando mucha de esa gente no quería (tengo un poder de persuasión).
Al final de la boda creo que fue uno de los mejores momentos de los novios, por el hecho(básicamente) de que sólo quedamos los borrachos (aparejadores e informáticos), pero todo lo que empieza tiene que acabar y llegaron las 4 de la mañana y el chiringuito cerró. Tuvimos que esperar a un taxi en la puerta del restaurante cerrado. Para pasar mejor la "tediosa" espera, hice una cosa que siempre he criticado, (perdonadme los que me conoceis) puse música con el móvil y nos pusimos a cantar y bailar. Pero sólo eran las 4, era muy temprano para acostarse y más conociendome, no?
La solución, simple, llegar a mi casa y cambiarnos, quitarnos el vestido ponernos unos vaqueros, quitarnos los tacones ponernos unas zapatillas y otra vez a la calle. Sí y esto va dirigido para todos aquellos que despues de la boda iban a seguir de fiesta hasta las mil. (ABURRIOS¡¡¡¡¡)
Los borrachos de pro, llegamos a mi casa intentando no hacer ruido por que mi hermano estaba dormido, menos mal que es como una marmota y no se entera de nada, nos cambiamos y nos fuimos a una discoteca, hasta que nos echaron de ella.
Cogimos un autobus y llegamos a mi casa y por fin nos acostamos. Dormimos un poco y otra vez en pie para más cervezas, pero eso es otra historia.
Acabare esta historia con dos puntualizaciones:
- Les deseo muchísima felicidad a ese par de recien casados (que ni ellos mismo se lo creeen todavía).
- Y recordad a los borrachos de pro que los tengo grabados en el móvil cantando una maravillosa canción que se ha convertido en nuestro himno. Cada vez que me mandan un mensaje está la prueba de vuestro delito.
Nos vemos en los bares