Hace un par de días me fui con unos amigos a pasar la tarde en el cortijo de uno de ellos. Estuvimos jugando a las cartas, bañándonos, haciendo el húngaro (unos más que otros), en fin lo que es una reunión de amigos para echar la tarde.
Cuando por fin empezamos a cenar, gracias a que la barriga de uno de los asistentes empezó a decir " yo estoy aquí y quiero comida", nos salimos al patio y devoramos las pizzas y la rosca con mucha hambre. Sí alguien ajeno hubiese metido la mano, habría salido sin ella, con la excepción de la gata del cortijo que algún trozo pilló (pobrecita, miraba con unos ojitos suplicantes).
Terminada la cena, la conversación se volvió más disparatada si cabe. Los dos de enfrente se pusieron a hablar entre ellos y los demás intentamos entender lo que estaban diciendo, ya que no dejaban de hablar y mirar hacia la pared.
Giramos las cabezas y LA VIMOS, una salamanquesa en la pared. Estaban super entretenidos montando una serie, con guión incluido, del fabuloso mundo de las salamanquesas, que no lagartijas (esto lo quiero dejar muy claro).
Pero la cosa fue a peor, los demás nos enganchamos al apasionante mundo de las salamanquesas, ya que el animal estaba intentando dar caza a una polilla (que seguro que había comido esteroides por que era igual de grande que la salamanquesa), así que durante un periodo de tiempo indefinido estuvimos atentos al ritual de caza de ésta, incluso alguno nos mandaba callar para no romper el ambiente de tensión que se había generado.
Por fin, la salamanquesa se decidió a atacar capturando a su presa, un mordisco en el ala. Pero la polilla esteroizada consiguió soltarse en el último momento, aunque cayó al suelo. La salamanquesa se quedó sin presa y la polilla desapareció detrás de unos sillones.
Por desgracia nos tuvimos que ir antes de averiguar el desenlace final, pero espero que nuestra heroína consiguiese su premio o por lo menos que la gata no cazase a la misma, para jugar con ella hasta la muerte.
Esto es lo que se consigue cuando una panda de amigos se junta sin tele y con cerveza, se montan un rollo en la cabeza.
Nos vemos en los bares.